El primer destino del día fue el museo vikingo Lofotr, ubicado en las "tormentosas cumbres" de Borg, según dice la guía turistica; además, en este lugar se encontro la hacienda de uno de los más poderosos caciques de "todo el norte" de Noruega (atención que es "todo el norte", ni la mitad, ni un pedazo, "todo"). La casa principal es una reconstrucción a tamaño natural. Gracias a un paseo en carreta a caballo se puede llegar a la orilla del mar, donde se encuentra una reconstrucción del barco vikingo Gokstad.
Al salir de Lofotr emprendimos viaje a Ramberg, incluyendo una escala de compras en Leknes. En Ramberg, casi que increiblemente para mi, se encuentra una paradisiaca playa que casi casi se parece a las del Caribe, el pequeño detalle es que su clima nada tiene que ver con una playa.
Dispuestos a iniciar la habitual barbacoa del día nos encontramos con la sorpresa de que nos hecharon dos veces por el alto riesgo de nuestro fuego y porque "el seguro del camping no es muy bueno", según afirmo la encargada. Así que desterrados del camping emprendimos camino a la tierra de nadie para hacer una gran barbacoa.
1 comment:
compadre que bacano todo...como siempre tremenda envidia de todos esos sitios tan distantes y curiosos que has conocido ...eso es sacarle el jugo a la experiencia...
pa' cuando te vienes para barça...
estamos hablando
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