El fin de semana anterior estuve disfrutando de las playas del Rodadero en Santa Marta en compañía de mi familia. Durante una caminata nocturna por este lugar con el obligado paso por el “Camellón” me fue inevitable pensar en la famosa Rambla de Barcelona y encontrar ciertas similitudes entre estos dos paseos peatonales.
Una infaltable "estatua" en la Rambla de Barcelona divierte a los peatones
La primera semejanza que pude encontrar es la gran afluencia de personas que tienen ambos, llegando incluso a dificultar u obstruir el transito por estas. Aunque vale anotar que mientras en Santa Marta esto sucede principalmente en temporada alta, en Barcelona no cesa la actividad durante ninguna época del año, o incluso hora del día. En cuanto al origen de sus peatones también puedo afirmar que en ambos casos son foráneos; claro, que mientras en Santa Marta estos son de todos los rincones de Colombia con un marcado dominio de “cachacos”, en Barcelona provienen prácticamente de todos los rincones del planeta con cierto dominio de “guiris”.
Un osado artista callejero se lleva el show en el camellón del Rodadero
Una de las cosas que más me hizo recordar la rambla de Barcelona fueron las famosas estatuas, esas que pacientemente esperan inmóviles por una moneda para ofrecer un gracioso show que divierte mucho a los niños sobretodo. Pero esto no es lo único que tienen en común, ambas son focos de comercio donde se puede comprar comidas, bebidas, revistas y más artistas que callejeros.
No comments:
Post a Comment