Hace año y medio aproximadamente pareció empezar en Junior lo que muchos aficionados siempre deseamos: el inicio de un proceso. Llegó Jorge Luis Pinto un técnico muy reconocido en el medio, con una idea de un proyecto que inicio con una pretemporada de casi 2 meses. Entonces algo paso: Jorge Luis Pinto se fue a dirigir la selección de Costa Rica y la incertidumbre regreso. Como reemplazo llego el Cheche Hernandez un técnico retirado, una autentica moneda al aire.
Muy dubitativo pero a paso lento y firme, Junior empezó a conseguir buenos resultados, empezó a sumar de visitante, asignatura floja de los tiburones, y tímidamente ilusionaba a sus hinchas. En las finales la historia ya la conocemos. Emoción a millón, no se gano ninguna serie en 180 minutos, pero con garra, corazón y momentos de buen fútbol fuimos campeones. Un comienzo dubitativo, un final feliz. La historia apenas empezaba, Cheche tenia a Barranquilla en el bolsillo.
En el 2012 empezaron los errores y criticas. Bacca, el gran goleador, se fue, y no llego reemplazo. Luis Paez y Luis Ruiz, eran los elegidos para su reemplazo. Para "reforzar" el ataque llegaron Pichu y Balanta, Dayro Moreno fue rechazado por Cheche porque "Junior tenia ese perfil de jugador". El resultado fue crónica de una muerte anunciada, Junior un equipo sin carácter y sin gol, con Giovanni Hernandez tirando del carro y "salvando la patria" solo para que el final los fracasos en Liga y Copa Libertadores no fueran tan vergonzosos.
Con la lección aprendida, los Char no escatimaron en reforzar el ataque tirando la casa por la ventana, Teófilo Gutierrez, Dayro Moreno y Carlos Rentería, llegaron para formar la mejor delantera de Colombia. Junior ilusionó rápidamente, Teófilo dio cátedra sus primeros partidos, Dayro, que a la final nunca despegó, dio chispazos y goles que ilusionaban. Pero había un problema, Junior tenia una defensa más segura, y un ataque que asustaba a cualquiera, pero en el fondo Junior era el mismo equipo del primer semestre, un equipo sin ideas, sin un planteamiento solido, que jugaba al pelotazo, al contragolpe, que aprovecha la habilidad de sus individualidades, pero no se encontraba como equipo. Y paso lo peor, Teo volvio a ser el jugador conflictivo de Argentina, y aunque luego se calmo no volvió a ser el de los primeros partidos, sus actuaciones fueron apenas aceptables y sin estar fino. Dayro que nunca estuvo en plenitud más bien se fue diluyendo y hasta se lesionó. Junior termino sus últimos partidos como un equipo resultadista, desesperado, sin ideas, y sin sus individualidades en forma. Paso lo indeseado, pero no inesperado, eliminados en cuadrangulares semifinales.
1 comment:
Ojala y más que pensar en una sustitución cualquiera de técnico, la junta directiva seleccione alguien para un proyecto. Que El Zurdo López sea nombrado director de fútbol, no deja de ser más de lo mismo...
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