"Para mis oídos el jazz es sólo ruido, ese ruido insolente"
El Talentoso Mr. Ripley, 1999
Cuando Jon Faddis entró en el escenario con su cuarteto y una trompeta en sus manos seguramente más de uno pensó que después que tocarán ellos venía The Spanish Harlem Orchestra con su explosiva salsa. Jon Faddis con la apariencia y maneras propias de un hombre academico se dirigió al público como si todos entendierán que decía: presentó su banda y explico que piezas tocarían.
A mi lado había dos manes que bien no parecían entender ni lo que decía Faddis, ni propiamente lo que tocaba. Uno dijo: "esta música es como de banda sonora" y el otro respondió: "sí, sí, en los créditos de las películas aparecen mucho estos artistas...esta música es como de fondo". Lo que ellos bien si sabían de antemano es que no se iban a pasar ese Jazz a palo seco y lo acompañaron con una botella de medellín que tenían encaletada. También hablaron tanto que más de uno les pidió silencio.
Jon Faddis en el escenario, tampoco parecía a veces sentirse entendido del todo: en algún momento de la presentación mandó a prender y apagar luces en el escenario como si le estuviera dando clases a los encargados del escenario; nos explicó al público, con especial enfásis, como pronunciar correctamente su nombre; y hasta en una ocasión nos dijo que teníamos que aplaudir. Admito que no se nada de Jazz, pero si quedé con la sensación que a veces aplaudían cuando no tocaba aplaudir, y en momentos quedaba faltando el aplauso.
No lo niego, fue una maravillosa presentación de Jon Faddis y Barranquilla se lo disfruto a su modo, solo es que siento que no tenemos esa conexión total con el Jazz, quizás sucede como a Charlie Parker según Julio Cortazar cuando dice que su saxo es como si fuera "15 minutos por delante de él". Tal vez el Jazz también los va por delante de nosotros, lo perseguimos pero no lo alcanzamos.
1 comment:
Pero vamos corriendo detrás lo más rápido que podemos.
saludos. (por aqui conociendo)
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