Del Prat al Camp Nou

Cuando salí con mis maletas del muelle de llegada del Prat, había un montón de gente esperando a sus familiares o amigos, pero no veía a Carlos por allí. Escasamente podía reconocer el aeropuerto, y con razón, porque estaba en la nueva terminal del Prat. Caminé un poco a ver si Carlos estaba por allí, pero no. Entonces iba a llamar por teléfono, no tenía monedas, la SIM que tenía se bloqueó, el iPhone no se conectaba por wireless, entonces encendí el Laptop en un café, pues no había internet gratis, así que tuve que pagar 20 céntimos de Euro por minuto de internet. Llamé a Carlos desde Skype y en uno 25 minutos me recogió en el Prat.

Cuando entrábamos a Barcelona por el Barrio Sants, había mucho tráfico, normal porque jugaba el FC Barcelona. Carlos paró en una calle cercana, me entregó las llaves y me baje con mis maletas, entré en el piso y a los minutos apareció Carlos que estaba parqueando. Hablamos unos minutos, y luego se iba porque tenía que trabajar. Como estaba tan cerca del Camp Nou, y tenía tantos años sin ir, salí con él, y me fui hacía el Camp Nou a buscar una boleta. No fue difícil, camine un poco y vi una mujer en una esquina, le pregunté si tenía boletas y me dijo que sí: "70 euros" dijo, yo le respondí: "busco una más barata", "pues ¿cuanto tienes?" dijo ella. Le dije "40", pagué, y así después de mucho tiempo, corrí con emoción hacía la entrada del Camp Nou.

Enjetlao

¿Y el jetlag existe? bueno, hay quienes dicen que no. Yo no se, pero salí de Bogotá casi a las 11 pm y llegué a Barcelona a las 9 am, en hora de Colombia, pero en España eran las 4 pm. Después de haber ido al Camp Nou a ver el Barcelona ganar 3-0, y caminar algo por ahí, regresé y logré dormir como a las 2 am, a las 6 am ya estaba despierto, con la sorpresa que la hora de Colombia eran las 11 de la noche. En un país debía casi acostarme a dormir, pero en el otro casi que levantarme ¿cual horario seguir? ¿Es el Jet lag?

#volverbcn

#volverbcn es una serie de posts en las cuales trataré de relatar en una manera espontánea y sencilla las impresiones y pensamientos que se me ocurren al volver de visita a Barcelona luego de cuatro años.

Casi Listo para Viajar

El viaje esta bastante planeado, incluso, más de lo que hubiera querido, pero las exigencias de visado me obligaron a hacerlo. Aunque hace mucho tenía la idea de volver a Barcelona de visita, el viaje se había aplazado por una cosa y otra. Cuando me propuse hacerlo seriamente debí esperar más de lo planeado por los plazos de visado.

Pero ahora todo estaba casi listo; la maleta medio hecha, el vestuario actualizado con algunas prendas, entradas para el Camp Nou, y el concierto de Muchachito. En el último día hábil en Barranquilla salí a hacer algunas diligencias personales, y completar la preparación. Estaba comprando unos euros y debía comprar unas mascaras de marimonda en la 72, pero el cielo anunciaba un aguacero inminente, así que debía llegar rápidamente a la 72 e irme a casa. Y justo cuando estaba comprando las máscaras se mando el aguacero. Fueron casi dos horas que me toco esperar en un banquito que me prestaron por la compra. Afortunadamente ya estaba casi listo para viajar.

#volverbcn

¿Te acuerdas de Minga?

Yo si, y ¿que Uninorteño no?. Hoy la vi vendiendo arropilla a pleno sol en la esquina de la 52 con 75. Minga vendía chiclets, mentas y más chucherías en los pasillos de la Universidad del Norte, entre ellos la esquina del Bloque D, donde está el Programa de Ingeniería Mecánica, en el cual estudié cinco años, y siempre veía a Minga por allí. Famosa por sus frases como: "aja, ¿que es la monda?", o por timbrar a cualquier estudiante hombre que veía mal parqueado, y pobre el tipo porque la montada era buena. Tan famosa era Minga que hasta grupo en Facebook tiene.

Hace un tiempo un amigo me dijo que a Minga la echaron de la Universidad, porque detrás de sus chucherías también vendía droga. Ahora Minga con su avanzada edad vaga por los semáforos y las esquinas de Barranquilla rebuscándose la vida. Yo se que Minga no tenía un gran trabajo, ni un gran sueldo en la Norte, pero seguramente estaba más cómoda que ahora. Minga perdió lo poco que tenía por tratar de conseguir más por el camino chueco, por debajo de cuerdas.

Este caso es solo un pequeño ejemplo y me recordó como se puede perder lo que se tiene por el deseo de conseguir más violando la legalidad, y sobretodo los principios.