Saturday, March 27, 2010

Voto de Opinión


Vivimos en un país donde el Voto electoral se ha desprestigiado tanto que cuando se hace de forma libre y conciente tal como lo declara la Democracia hay que ponerle un apellido y llamarle “Voto de Opinión”. Bajo esa premisa me levante este domingo con la convicción de ejercer mi voto de opinión. No he zonificado cédula así que tenía que ir a votar en el lugar que la Registraduría Nacional había dispuesto. Cuando salí a la calle, y a lo largo de todo el día, me fui dando cuenta de que casi todo el tráfico trabajaba en función de la gran maquinaria electoral, lo que no es para nada una sorpresa.

Encontrar un bus para transportarme era casi que una aventura y un taxi no lo era menos difícil. Carros iban de un lado al otro con afiches y pancartas de políticos. Ningún taxi quería parar y los que lo hacían cobraban más de lo normal con el oportunismo típico de una parte del gremio taxista. Cuando encontré uno y llegue a mi sitio de votación recibo la sorpresa que la dirección de mi sitio de votación correspondía a ningún lugar. Con cara de incertidumbre y anhelando una explicación bajo el pleno sol canicular de las 12 del día me bajé del taxi y empecé a mirar a mi alrededor. Afortunadamente no fui el único que vivió esa situación y un buen samaritano se acerco a decir que la dirección estaba invertida y que la Carrera en realidad correspondía a la Calle y viceversa.

Después de esos contratiempos y con la satisfacción de haber ejercido mi voto de opinión, aunque los candidatos que elegí figuraron más bien en los últimos lugares de las votaciones, me dirigí a casa haciendo mis reflexiones de la jornada electoral. Hoy día quien quiere votar y elegir, más que encontrar condiciones a favor encuentra condiciones en contra para hacerlo, empezando porque casi todo el transporte esta movilizando votos comprados, y cuando menos votos convenidos, porque un voto de opinión no es interés, más bien enemigo, de la maquina electoral. Pero mal o bien ese es el panorama de una democracia donde lo de “poder del pueblo” esta en veremos, pero si es bien entendido y manejado por muchos que saben comprarle ese “poder” al “pueblo” a precio de “agáchate y cógelo”.

NO SE DEJE COMPRAR SU VOTO, Y SI NO TIENE EN QUE IR A VOTAR VAYA A SI SEA EN BIBICLETA.

Saturday, March 13, 2010

De Albania a Barranquilla: un recuerdo encontrado de la travesía por los territorios Guajiros para llegar a Barranquilla en una noche de Guacherna


Después de haber bailado en algunos desfiles memorables como la Batalla de Flores o la Rua del Carnaval de Barcelona, tenía uno pendiente en el que ya había tratado de salir pero no había podido: La Guacherna del Carnaval de Barranquilla, ese hermoso desfile creado por Esthercita Forero en el que la noche de Carnaval se elimina con faroles y bailarines de cumbia, garabato, mapale y miles de otros disfraces.

Este año era el perfecto y todo estaba planeado, aunque por poco casi que no sucede. Trabajo en Albania Guajira a unas 5 horas por carretera de Barranquilla, pero ya tenía un plan para llegar: “Salgo a las 12 PM de la Mina llego al pueblo a tomar un carro y llegar a Riohacha a la 1:30 PM, a las 2 PM salgo de Riohacha en un puerta a puerta y llego a Barranquilla a las 6 PM, perfecto”. Mi equipaje no era más que lo tenía encima: unos converse Chuck Taylor, unos jeans azules, una camiseta con la que haría homenaje al Grupo Copera, y claro esta, una pequeña mochila donde guardaba mi disfraz de Monocuco.

Pero la realidad fue un tanto diferente: Tuve una reunión hasta las 12:15 PM, llegue a Albania a las 12:30 PM, no conseguí transporte para salir a Riohacha sino hasta la 1:15 PM; llegué a la estación con la buena suerte de que el puerta a puerta estaba allí, pero con la mala suerte de que ya estaba lleno. Después de una ansiosa espera salí a las 4 PM; en el momento en el que la van arrancó sentí un alivio que me duro hasta 1 hora después cuando se le cayo el mofle al carro; en ese momento sentí que mi participación debía esperar un año más, pero afortunadamente el chofer amarro el mofle y aunque se volvió a caer un par de veces más por el camino y tuvimos otros contratiempos menores llegué a Barranquilla a las 8 PM, me baje en el Boulevard de Simon Bolívar y tome un taxi rumbo a la Guacherna. Cuando llegue el recibimiento de mis amigos de la comparsa no fue menos intenso que el sufrimiento del viaje, pero la Guacherna empezaba.